
Antes que el viento fuera mar volcado
que la noche se unciera su vestido de luto
y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
la albura de sus cuerpos.
Antes que luz, que sombra y que montaña
miraran levantar el alma de sus cúspides;
primero que algo fuera flotando bajo el aire;
tiempo antes que el principio
Cuando aún no nacía la esperanza
ni vagaban los ángeles en su firme blancura;
cuando el agua no estaba ni en la esencia de Dios
antes, antes, muy antes.
Cuando aún no había flores en las sendas
porque las sendas no eran ni las flores estaban;
cuando azull no era el cielo ni rojas las hormigas
ya éramos tú y yo.
Alí Chumacero.